Historia del registro musical: el CD

En la penúltima entrega de la historia del registro musical, toca el disco compacto. 💿

El disco compacto surgió en una colaboración de Philips y Sony, al tener, respectivamente, el desarrollo de la tecnología láser y la del procesamiento digital.

Su funcionamiento, de manera muy resumida, consiste en que el disco tiene una serie de surcos que forman una única espiral de dentro a fuera, llamados «pits and lands». La información de estos surcos se traduce al sistema binario, representando diferentes bits que son leídos por un láser.

La capacidad de duración de un CD es de 74 minutos. Esto fue a petición del presidente de Sony por entonces, Norio Ohga, que tuvo una extensa carrera en la música clásica, y escogió la duración de su pieza favorita: la Novena Sinfonía de Beethoven.

El CD presenta varias ventajas ante su predecesor, el disco de vinilo: es más barato, más fácil de transportar y almacenar, y ofrece una mejor calidad del sonido al ser un sistema digital.

El primer reproductor de CD, comercializado por Sony en 1982, se llamó CDP-101, en referencia al sistema binario. Philips llamó al suyo CD-100, lanzado un año después.