. Radio – Museo ETSIT

Radio

Descripción

AÑOS 20

La irrupción de la radio como medio de comunicación tuvo lugar a finales de la década de 1910. En 1916 se instaló en los Estados Unidos de América la primera emisora de radiodifusión, que funcionaba con una potencia de 100 W y una longitud de onda de 360 metros (lo que equivale a una frecuencia de 833 kHz). Estas primeras emisoras utilizaban modulación en amplitud (AM) en la banda de Onda Media (de 530 a 1700 kHz) u Onda Corta (diferentes bandas entre 2 y 26 MHz). En lo que respecta a España, la radio empieza a emerger en 1924, durante la Dictadura del General Primo de Rivera, concebida como un medio de propaganda política. Se emitía una media de tres horas diarias. Los receptores de radio funcionaban con lámparas, una tecnología muy rudimentaria y capaz de generar poco volumen de señal. Las radios solían presentar un disco gradual centesimal para la sintonía, lo que hacía que el proceso de sintonización fuera realmente complicado.

AÑOS 30

En la década siguiente los aparatos de radio mejoraron. Ahora se conectaban a la red eléctrica y no necesitaban baterías. Eran percibidos como un mueble más de la casa. Entre los diversos modelos que se popularizaron destacan, sin duda alguna, las llamadas radios de capilla, que gozaron de una enorme popularidad. El número de emisoras presentes en el territorio nacional experimentó un drástico incremento, de manera que los oyentes podían acceder a una amplia oferta de información y entretenimiento. Una de las consecuencias de esta notable proliferación fue la introducción del nombre de las emisoras en el dial de la radio. En medio de esta efervescencia, en 1936 estalla la Guerra Civil. En el seno de la contienda fratricida se da la orden de requisar los aparatos y prohibir su escucha. La posesión de una radio requería del permiso explícito del gobierno. Es en este período cuando surge RNE, Radio Nacional de España, que inicialmente emite desde emisoras móviles Telefunken de 20 kW instaladas en camiones, un regalo del gobierno alemán, por aquel entonces liderado por Adolf Hitler, al general Francisco Franco.

AÑOS 40

Los años 40 suponen el final de la Guerra Civil y principio de la 2ºGuerra Mundial. En esta época el nivel económico del país era muy bajo pero, sin embargo, hubo una gran demanda de receptores de radio, lo que condujo a la fundación de nuevas empresas fabricantes tales como Iberia, Optimus o Vica, por citar sólo unos pocos ejemplos. No sólo aparecieron numerosos modelos comerciales sino que, adicionalmente, proliferaron las radios sin marca: aparatos fabricados por aficionados y entendidos en la materia y que, habitualmente, se incrustaban en muebles de baquelita. Los receptores usaban un circuito superheterodino de 5 o 6 válvulas, con una recepción mejorada, tanto en selectividad como en sensibilidad. También se introdujo el llamado «ojo mágico», que permitía conocer la sintonía exacta de una emisora gracias a un haz de rayos electrónicos. La radio se utilizaba para informar y entretener a la población, como un medio para difundir la propaganda política y, de una manera muy especial, para las comunicaciones militares. De este modo, el control de las emisoras se convirtió en una cuestión estratégica de la máxima importancia.

AÑOS 50

Durante estos años, España experimenta una notable recuperación económica. La demanda de radios aumenta hasta tal punto que llega a ser habitual tener varios aparatos en un hogar. A finales de los años 50 algunos de los receptores incorporan ya la modulación en frecuencia (FM). La señal FM usa la banda de VHF, de 30 MHz a 300 MHz, aunque la calidad de estas primeras transmisiones todavía debería experimentar sustanciales mejoras.

AÑOS 60, 70 y 80

Durante los años 60 se empieza a utilizar el transistor en la fabricación de los receptores de radio, lo que conlleva importantes mejoras. Desaparecen las lámparas, el condensador de filtro, el transformador y la fuente de alimentación de alta tensión. La introducción del transistor aporta multitud de ventajas: tamaños reducidos de los aparatos, bajo consumo de energía, un coste menor y, además la posibilidad de trabajar en baja tensión. Lo que posibilita que los aparatos puedan alimentarse con pilas y ser portátiles. El uso del transistor fue tan importante para los receptores de radio que pasaron a conocerse popularmente bajo el nombre de «transistor».