. Picú – Museo ETSIT

Picú

Descripción

El tocadiscos surge como una evolución del gramófono, con la particularidad de que el giro del disco está controlado por un motor eléctrico. Dicho motor proporciona al giradiscos velocidades angulares constantes y estandarizadas de 78 , 45 ó 33 rpm (revoluciones por minuto). Un beneficio adicional de estas relativamente altas velocidades angulares fue el incremento en la fidelidad del sonido. El fonochasis es el esqueleto de cualquier tocadiscos, y está formado por cuatro subsistemas principales: el giradiscos, o plato donde el disco gira gracias al motor eléctrico, el brazo fonocaptor, que sirve de soporte a la cápsula para que siga los surcos del disco, la cápsula, que es el transconductor encargado de transformar la energía mecánica producida por la púa en energía eléctrica que se envía a un altavoz (o altavoces, si la reproducción se realiza en estéreo); y la aguja, que lee las sinusoides contenidas en el surco y está en contacto permanente con el disco. La evolución tecnológica propició la progresiva disminución del peso del brazo fonocaptor, lo que derivó en el menor desgaste de los discos y, por tanto, su mayor longevidad. Respecto a los discos, no sólo se estandarizaba su velocidad de reproducción, sino también sus dimensiones. Los discos de 33 rpm, por ejemplo, presentaban diámetros de 12 pulgadas. Para mantener la calidad del sonido, los discos de menor tamaño debían incrementar su velocidad de reproducción. Los discos solían tener un tamaño de 12 pulgadas, los cuales giraban a 33 rpm para una fiel reproducción. En el caso de que los discos fueran de menor tamaño, había que aumentar la velocidad de las revoluciones. El tocadiscos tiene el honor de haber sido el sistema de reproducción más longevo de la historia. Empezó a utilizarse en la década de los 30 y siguió vigente hasta la popularización del disco compacto, o CD, a principios de los 80. Alrededor de los años 50 hubo una corriente de unificación de radios y tocadiscos en un único producto al que se conoce bajo el nombre de combinado. En España, durante los años 60 y 70, los tocadiscos portátiles de alta fidelidad fueron llamados coloquialmente picús, adaptación fonética libre del inglés pick up. En la actualidad se constata una corriente de recuperación del tocadiscos como elemento reproductor de música debido principalmente al característico sonido con que impregnaba las grabaciones; un sonido renqueante, como de rasgadura, de potentes evocaciones nostálgicas.