. El sistema Télex – Museo ETSIT

El sistema Télex

Descripción

Para las persona más jóvenes el término ‘télex’ tiene, si acaso, reminiscencias históricas, ya que la red télex no existe en la actualidad. Aunque no hace muchos años se hablaba de ‘poner un télex’ o ‘recibir un télex’ refiriéndose a un mensaje cursado por dicha red. Ya en los años 1930 se inició la conmutación automática entre teleimpresores o teletipos para el curso de mensajes privados entre las propias oficinas de los abonados, sin recurrir l servicio telegráfico general. Aunque no fue hasta 1945, terminada la II Guerra Mundial, cuando la red télex se estableció en numerosos países, singularmente para comunicaciones internacionales, beneficiándose del menor coste de las llamadas telefónica equivalentes (del orden del 50%) y de que no era necesaria la presencia simultánea de los dos corresponsales, particularmente en las relaciones intercontinentales con muy diferentes usos horarios. En España se inició su utilización en 1954, con 18 abonados en Madrid, mediante una central SIEMENS TW39 del sistema de selección paso a paso y con enlace a 20 países, a las que siguieron otras del mismo tipo en Barcelona, Valencia y Bilbao. En 1959 los 130 abonados existentes ya podían comunicarse con 35 países de los cinco continentes a través de posiciones manuales para un servicio semiautomático en el extranjero. Además, en las cuatro centrales existían ‘cabinas télex’ para los no abonados, profusamente utilizados por periodistas, agencias de viajes, comerciantes, etc. , ya que existía una amplia demanda de abonos no satisfecha por las limitaciones presupuestarias. En julio de 1962, con asignaciones del Primer Plan de Desarrollo se elevó a 16 el número de centrales para que a finales de 1965 existieran ya 1232 abonados, que podían comunicar con 97 países. La red télex española, con centrales en todas las capitales de provincia, llegó a tener unos 42.000 abonados a finales de 1987, a partir de ese máximo su número se fue reduciendo por la migración hacia las redes de transmisión de datos que iba implementando la compañía Telefónica, que permitían mayores velocidades de transmisión y acceso a destinos múltiples. También el facsímil o telefax, con terminales cada vez más sencillos y económicos, y la difusión del correo electrónico a través de la red telefónica conmutada fueron sustituyendo al télex a pesar de que los terminales más modernos poseían ya procesadores de textos con pantallas de presentación que permitían ver, almacenar y en caso corregir los mensajes antes de enviarlos. Se fue reduciendo el número de centrales télex, que eran ya electrónicas hacia 1980, agrupando los últimos abonados en la central de León, que se clausuró definitivamente en 2009, cerrando así una etapa de las comunicaciones telegráficas.