Descripción
El receptor presentaba tres variantes: el receptor de cinta, el receptor acústico y el receptor de cinta perforada. El receptor de cinta era otra palanca de primer género, uno de sus brazos era la armadura de un electroimán de dos bobinas, y el otro brazo tenía un estilete que en reposo se mantenía separado (gracias a unos resortes de tensión) pero enfrentado a muy corta distancia a una cinta de papel que iba desenrollándose de un tambor que era accionado por un mecanismo de relojería. Cuando el electroimán (conectado a línea a través de la posición de reposo del manipulador) recibía un impulso de corriente, atraía la armadura, y esto hacía bascular la posición del estilete, el cual llegaba a apoyarse sobre la cinta de papel y presionarla sobre un cilindro entintado. Esto daba lugar a que en la cinta quedase reflejado un trazo cuya longitud dependía de la duración del impulso recibido: Los «puntos» y «rayas» aparecían claramente diferenciados por la longitud de los trazos (así como la separación entre éstos). Por otro lado, el receptor acústico, estaba formado por un electroimán de dos bobinas. La armadura era solidaria de una palanca maciza cuyo extremo oscilaba en el interior de un puente. En su movimiento de vaivén golpeaba arriba con un tornillo que atravesaba la barra superior y abajo con una pieza metálica horizontal, produciendo los sonidos característicos del código Morse, que se amplificaban por el hecho de estar montado el aparato sobre una base que forma la caja de resonancia. Este tipo de acústicos fue el más utilizado en la telegrafía española. En los receptores Morse de impresión perforada, la pieza movida por la armadura del electroimán llevaba la cinta hasta tocar un fino estilete que rasgaba el centro de la cinta al bajar sobre ésta de acuerdo con los movimientos de la armadura del electroimán receptor, produciéndose la impresión de los puntos y las rayas sobre la cinta.