Descripción
El gramófono fue patentado en 1888 por Emile Berliner. La característica diferencial de este nuevo instrumento era su capacidad de grabar y reproducir sonido sobre un disco plano, lo que lo distinguía de otros sistemas anteriores como, por ejemplo, el fonógrafo, que utilizaba un cilindro como soporte físico. El gramófono reproducía el sonido con mayor calidad aunque presentaba la seria desventaja de que los usuarios no podían realizar sus propias grabaciones con música o voces, como sí sucedía con los cilindros del fonógrafo. El gramófono consta principalmente de un plato giratorio, un brazo movible que sostiene la aguja lectora en el extremo y un amplificador. El disco sobre el que se graba el sonido está fabricado en baquelita lo que, desafortunadamente, hacía que se rompiera con facilidad. El plato giratorio es un soporte plano y circular sobre el que se apoya el disco y que gira a velocidad constante. Los primeros platos giratorios funcionaban impulsados por motores de cuerda, aunque, con el tiempo evolucionaron en torno a tres modelos principales: los Maestrophone, con motor de aire caliente, los Auxetophone, con motor a cuerda pero equipados con un amplificador de aire comprimido y un compresor de aire accionado por un motor eléctrico con el fin de producir un sonido de mayor volumen, y los ‘Le Violon qui chante’, que incorporaba un violín haciendo las funciones de brazo reproductor y altavoz amplificador. Respecto al sistema de grabación de los discos, se trata de un procedimiento analógico según el cual las ondas sonoras son transformadas en vibraciones mecánicas que se transmiten hasta una púa, provocando el trazado de surcos en forma de espiral sobre la superficie de un disco metálico o de cera. Estos discos tienen que ser posteriormente tratados por medios químicos. Con un único molde original podían realizarse miles de copias. Durante la reproducción, el brazo de la aguja se deja caer sobre el disco y va recorriendo los surcos, produciendo vibraciones mecánicas que se transmiten a un diafragma ubicado en el cabezal reproductor del brazo. En el cabezal reproductor las vibraciones se transforman finalmente en sonido, emitido y amplificado a través de una bocina que, con el tiempo, sería sustituida por uno o varios altavoces.